sábado, 14 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No me despiertes cuando vengas, y no me hables al oído. Ya no me sirven tus
palabras. Apagué el sueño, demasiado temprano. Dejé una carta en la mesa, con
muy poca lucidez, pero el amor no se olvida, toda mi vida, rendida a tus
pies.Hay momentos, que no recuerdo nada, hay momentos, que no puedo olvidar. Hay
momentos, que por las madrugadas, me despierto y empiezo a temblar.Cinco
segundos de gracia, y mil horas sin razón. Sequé mis lágimas en espejos fríos y
soy la sombra de ayer.Hay momentos, que no recuerdo nada, hay momentos, que no
puedo olvidar. Hay momentos, que por las madrugadas, me despierto y empiezo a
temblar.No me despiertes cuando vengas, y no me hables al oído, ya no me sirven
tus palabras, apagué el sueño demasiado temprano ..
No hay comentarios:
Publicar un comentario